viernes, 3 de octubre de 2008

Bajo la enseña del Poney Pisador

Hay una posada, una vieja y alegre posada
al pie de una vieja colina gris,
y allí preparan una cerveza tan oscura
que una noche bajó a beberla
el Hombre de la Luna.

El palafrenero tiene un gato borracho
que toca un violín de cinco cuerdas;
y el arco se mueve bajando y subiendo,
arriba rechinando, abajo ronroneando,
y serruchando en el medio.

El posadero tiene un perrito
que es muy aficionado a las bromas;
y cuando en los huéspedes hay alegría,
levanta una oreja a todos los chistes
y se muere de risa.

Ellos tienen también una vaca cornuda
orgullosa como una reina;
la música la trastorna como una cerveza
y mueve la cola empenachada
y baila en la hierba.

¡Oh las pilas de fuentes de plata
y el cajón de cucharas de plata!
Hay un par especial de domingo
que ellos pulen con mucho cuidado
la tarde del sábado.

El Hombre de la Luna bebía largamente
y el gato se puso a llorar;
la fuente y la cuchara bailaban en la consola,
y la vaca brincaba en el jardín,
y el perrito se mordía la cola.

El Hombre de la Luna empinó el codo
y luego rodó bajo la silla,
y allí durmió soñando con cerveza;
hasta que el alba estuvo en el aire
y se borraron las estrellas.

Luego el palafrenero le dijo al gato ebrio:
-Los caballos blancos de la luna
tascan los frenos de plata y relinchan
pero el amo ha perdido la cabeza,
¡y ya viene el día!

El gato en el violín toca una jiga-jiga
que despertaría a los muertos,
Chillando, serruchando, apresurando la tonada,
y el posadero sacude al Hombre de la Luna,
diciendo: ¡Son las tres pasadas!

Llevan al hombre rodando loma arriba
y lo arrojan a la luna,
mientras que los caballos galopan de espaldas
y la vaca cabriola como un ciervo
y la fuente se va con la cuchara.

Más rápido el violín toca la jiga-jiga;
la vaca y los caballos están patas arriba,
y el perro lanza un rugido,
y los huéspedes ya saltan de la cama
y bailan en el piso.

¡Las cuerdas del violín estallan con un pum!
La vaca salta por encima de la luna,
y el perrito se ríe divertido,
y la fuente del sábado se escapa corriendo
con la cuchara del domingo.

La luna redonda rueda detrás de la colina,
mientras el sol levanta la cabeza,
y con ojos de fuego observa estupefacta 1
que aunque es de día todos
volvieron a la cama.


La Comunidad del Anillo. El Señor de los anillos. J.R.R. Tolkien


Enviado por Dan Mon (gracias por colaborar)

No hay comentarios: