Entre tanto individuo que charla bebe y fuma,
el poeta que se siente extraño. La neblina
del tabaco rubrica en el aire, y se esfuma
con cierta voluptuosa levedad femenina.
La fatigada frente a los sueños se inclina
y se añora el encanto de esa mujer de bruma,
leve, como en la copa de Sèvres cristalina,
la fugaz explosión de la pálida espuma.
¿Soñar? ¿Soñar...? Qué valen alegría o tristeza,
semejante a una copa de espuma de cerveza ,
que dura lo que duran las huellas en el mar...
Vale más la mentida ilusión que perdura,
del ensueño imposible la eternidad segura
y la estrella remota que no hemos de alcanzar...
V.A. Poetas parnasianos y modernistas (1960)
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